Hola nuevamente, la receta de hoy es sencilla y simplemente deliciosa. La idea surgió porque hace un tiempo que visite a un amigo en Atlanta, su madre nos hizo un postre delicioso, precisamente fue créme Brûlée la típica presentación de este postre, y me gustó tanto que por supuesto me dio la receta, que la compartiré con ustedes en otra ocasión.


Por lo pronto dejo por aquí esta versión de Tarta que no deja nada que desearle a las otras y muy buena idea para el día de la madre que se aproxima. Por cierto en mi país este día se festeja el 10 de Mayo pero se que en otros países es en diferente día. Y bueno quiero desearles desde aquí a todas las madres que me leen un feliz día de las madres, ya que es una bendición hermosa tener hijos.
La receta es muy fácil, de esas que se hacen rapidito y sin muchas complicaciones, solo hay que respetar los tiempos de reposo y listo, tendrán un postre delicioso y lindo para festejar y sorprender a cualquiera.

Pues dicho esto vamos con los ingredientes.
Molde de 24-26 cm de diámetro.
Para la base:
250 g de harina
50 g de azúcar
125 g de mantequilla fria
1 huevo L
Para el relleno:
400 g de crema (nata para montar)
100 ml de leche
1 vaina de vainilla
4 yemas de huevo
50 g de azúcar
Para el final:
azúcar moreno o blanca más o menos 2 1/2 cucharadas


Preparación:
Para la base de la tarta lo único que debemos hacer es mezclar todos los ingredientes, y obtendremos una masa muy lisa y suave, que debemos dejar reposar 1 hora en el refrigerador.
Para el relleno, cortaremos la vaina de vainilla a la mitad, y raspamos todas las semillas que tiene dentro, y las mezclaremos con la leche, la crema, las yemas de huevo y el azúcar, mezclamos todo muy bien y reservamos, como a mi me encanta la vainilla, yo puse las vainas ya sin semillas y las deje reposar en la leche para que el sabor de la vainilla fuera mas fuerte.
Precalentamos el horno a 180ºC calor arriba y abajo. Engrasamos nuestro molde, y una vez transcurrido el tiempo de reposo de la masa, la aplanamos muy bien en medio de dos trozos de papel de hornear y luego la depositamos en nuestro molde, tratando de dejarla bien ajustada y plana.
Con un tenedor hacemos agujeros por toda la base, y con uno de los trozos de papel que habíamos usado antes, lo volvemos a colocar encima de la masa y ponemos peso, yo use unas bolitas de peso que sirven precisamente para hornear, pero si no tienen pueden usar garbanzos, frijoles, o arroz, solo nos servirá para que la masa no se levante a la hora de hornearla.
Metemos nuestra base al horno y hornearemos por 20 minutos.
Sacamos la base y con mucho cuidado que estará muy caliente, retiramos el peso y el papel de horno, y como nuestro relleno ya estará listo, solo con mucho cuidado lo ponemos dentro del molde y lo volvemos a llevar al horno, también con cuidado que el relleno será muy liquido y podemos perder algo en el camino (no es que me haya pasado), y hornearemos por 55 minutos exactos.
Dejamos enfriar y después la meteremos al refrigerador por lo menos 4 horas antes de servirla.
Al momento de servirla pondremos un poco de azúcar por encima y con un soplete de cocina, comenzamos a derretir el azúcar con mucho cuidado para que se caramelice toda el azúcar y le de ese toque crujiente de Créme Brûlée a nuestra tarta.


Pues eso es todo, el resultado es realmente delicioso, mi consejo es hacerla de un día para otro, para que así este bien fría a la hora de servirla y consumir el mismo día.
Espero que les guste a receta y que cualquier duda me lo digan por aquí o por las diferentes redes sociales, ya saben que estoy por IG, FB, G+ y Bloglovin. Y por ahora estoy intentando usar más el Instagram Stories, por ahí muestro un poquito lo que hago en la semana y comparto algunas fotos también.


Un saludo para todos desde Michigan y los espero en la próxima receta. Y feliz día de las madres a todas las madres del mundo!!!