Hola nuevamente, después de una larga pausa estoy nuevamente por aquí con una receta deliciosa que no tiene desperdicio ninguno.

Ya se que tal vez en algunos lugares ya no encuentren cerezas, pero la verdad es que esta receta la hice en el verano, ya que cuando fui de vacaciones con mi familia, paramos por una granja en donde uno puede cortar las cerezas directamente del árbol.

Y como se imaginarán después de mi viaje tenía un montón de cerezas que tenía que utilizar, por eso el motivo de mi receta, y como el resultado fue delicioso, no quiero que esta receta se quede en el olvido, por eso es que la comparto con ustedes para que la prueben cuando tengan la oportunidad de conseguir cerezas frescas.

Ingredientes (4 tartaletas individuales de 12 cm de diámetro)
Para la masa
200 g de harina blanca
60 g de harina de almendras
2 cucharadas de azúcar blanca
175 g de mantequilla sin sal fría
3 a 5 cucharadas de agua super fría
Para el relleno
750 g de cerezas sin hueso (con hueso incluido son 900g)
100 g de azúcar moreno
1/4 de cucharadita de vainilla en polvo
1 cucharada de licor de cerezas
2 cucharadas de jugo de limón recién exprimido
2 cucharadas de maizena
Para el final
1 huevo
1 cucharada de leche
1 pizca de sal
1 cucharada de azúcar moreno

Preparación:

Para la masa, mezclamos el harina blanca con el harina de almendras y el azúcar en un bol, después le agregamos la mantequilla en dados pequeños y lo mezclamos muy bien, la consistencia será arenosa, para hacerlo nos ayudamos con un tenedor.
Agregamos poco a poco el agua fría a la masa hasta que todo se una y tengamos una masa de consistencia suave y nada pegajosa. La envolvemos en film transparente y la ponemos en el refrigerador 1 hora, lo mejor es dejarla enfriar toda la noche y la usamos al otro día.

Para hacer el relleno, mezclamos las cerezas sin hueso y bien lavadas, con el azúcar, el polvo de vainilla y el licor de cerezas en un cazo.  Lo cocinamos a baja temperatura de 3 - 4 minutos hasta que las cerezas se ponen suaves. Después en un bol mezclamos la maizena con el jugo de limón y se lo agregaos a las cerezas, y dejamos cocinar por 1 minuto más, hasta que el líquido espese. Retiramos del fuego y dejamos enfriar completamente antes de usar.

Una vez tengamos las primeras dos partes listas, ahora empezamos con el procedimiento para hacer las tartaletas.
Encendemos en horno a 225 ºC calor arriba y abajo sin ventilador.
Sacamos la masa del refrigerador y utilizamos solo la mitad. La aplanamos en medio de dos papeles de horno con un grosor  de 3 mm y forramos nuestro primer molde para tartaleta y la dejamos enfriar en el refrigerador mientras hacemos la segunda. Haremos este procedimiento para los 4 moldes.

El resto de la masa o lo que nos va sobrando, lo unimos todo y lo dejamos enfriar nuevamente por 30 minutos, para poder estirarla y hacer las tapas de las tartaletas.
Mientras la masa se enfría ponemos el relleno a las tartaletas que ya teníamos en el refrigerador. Una vez rellenas, sacamos el resto de la masa, volvemos a estirar y vamos cortando las tapas, pero antes de cortar las tapas, debemos hacer unos agujeros en la masa estirada con un cortador redondo pequeño y ya que lo tengamos con agujeros ahora tapamos las tartaletas que ya deben estar rellenas y cortamos el sobrante. Para que pegue perfectamente, mojamos el borde de la tartaleta con un poquito de agua y hemos una ligera presión en los bordes juntando las dos masas.

Una vez forradas todas las dejamos enfriar nuevamente 15 minutos en el refrigerador, esto es importante para que no se habrán a la hora de hornearse.

Después de este tiempo,  las pincelamos con la mezcla del huevo con la leche y la pizca de sal, pincelamos muy bien y al final le espolvoreamos el azúcar moreno por encima. Una vez listas las 4 tartaletas, las metemos al horno y hornearemos por 15 minutos y después de este tiempo, bajamos la temperatura a 175ºC por 30 minutos hasta que tomen un color dorado y el relleno empiece a hacer burbujas. Si vemos que aun nos falta tiempo y se están dorando mucho por encima, las podemos tapar con papel de horno o papel aluminio para evitar que se quemen.

Las sacamos del horno y las dejamos enfriar. Se pueden comer así solitas o con una bola de helado de vainilla por  encima.



Una receta simplemente deliciosa, con mucha fruta y sin mucha complicación. Espero que les guste mucho como a mí. Les recuerdo que si quieren saber más de mí y de los lugares que visite en mis vacaciones no se olviden de seguirme en mi otra cuenta en Instagram @lamexikanaxelmundo ahí comparto muchas fotografías de los lugares que mi familia y yo conocemos mientras vivimos en los Estados Unidos.



Pues nada, hasta aquí la receta de hoy, espero que a ustedes no les cueste tanto como a mí regresar a la rutina y que pasen muy bien los últimos días que nos quedan del verano. Yo vuelvo la siguiente semana con una doble publicación ya que tengo algo muy lindo que contarles, gracias a todos los que siguen aquí y me leen.
Muchos saludos desde Michigan.