Hola a todos, ya se que aun muchos están de vacaciones pero como esta tarta helada, salió deliciosa y es perfecta para este verano con mucho sol, pues quise compartirla con ustedes antes de que el verano se termine, por eso aunque se que dije que regresarla en Septiembre, pues me hice un ratito para poder escribirles la receta. Además de que no tenemos que encender el horno!!!

Es una tarta helada que lleva diferentes pasos y tiempos por eso mi consejo es empezar a hacerla con tiempo para que no nos agarren las prisas y así nos salga muy bonita y deliciosa.


Ingredientes para un molde desmontable de 18 cm

Para la Salsa
200 g de frambuesas frescas
140 g de azúcar
100 ml de agua
2 o 3 gotas de jugo de limón

Para el piso de la tarta
150 g de galletas tipo maría o digestive
100 g de mantequilla

Para la tarta
350 g de nata para montar
100 g de Mascarpone
200 g de Philadelphia
140 g de azúcar
24 gr de gelatina en polvo sabor frambuesa
100 ml de agua
jugo de 1 limón pequeño
100 gr de frambuesas frescas

Para la decoración
Salsa de frambuesa
Frambuesas frescas





Primero haremos la salsa, ya que necesita estar fría para poder usarla. Vamos a lavar las frambuesas y les vamos a agregar las gotas de limón y trituramos hasta obtener un puré. Por otro lado ponemos el azúcar y el agua, y lo ponemos a hervir hasta que se disuelva todo el azúcar y tengamos un almíbar, cuando este almíbar esté listo, lo vamos a poner en donde tenemos el puré de frambuesas y lo vamos a mezclar muy bien, ahora solo queda colarlo para quitar las semillas de las frambuesas y lo ponemos en un frasco para que se enfríe y reservamos hasta la hora de su uso.



Para hacer la tarta primero preparamos nuestro molde desmontable con papel de horno en el fondo y spray desmontable en las paredes. Trituramos las galletas muy bien y derretimos la mantequilla y mezclamos muy bien hasta conseguir una pasta que será la que pondremos en el fondo de nuestro molde ya que será la base de la tarta. La ajustamos muy bien haciendo presión con una cuchara o una espátula y mi consejo es subirla un poco en las paredes del molde, para que no se separe a la hora de cortarla, ya que yo no lo hice claro no lo ponía en la receta y a la hora de cortarla se separaba por partes la base de la cheesecake. Por eso es mejor tener un poco de pared de galleta también.
Ya que hayamos terminado la vamos a dejar en el refrigerador o nevera 2 horas, para que la mantequilla se solidifique y tengamos listo el piso.


Cuando haya pasado el tiempo, sacamos el molde de la nevera y le ponemos un poco de acetato alrededor del molde para que tengamos un desmoldado más fácil. Ponemos en el bol de la batidora los dos tipos de queso, el azúcar y el jugo de limón. Y mezclamos a velocidad baja. Por otro lado disolvemos la gelatina en un poquito de agua caliente y dejamos reposar 5 minutos, cuando ya haya pasado los 5 minutos calentamos los 100 ml de agua y a esa agua le vamos a agregar la mezcla de gelatina y volvemos a mezclar y dejamos que enfríe. Una vez que esté fría  la vamos a agregar poco a poco a la mezcla de quesos que tenemos en nuestro bol, y mezclamos muy bien.

Por otro lado en otro bol limpio y con las varillas vamos a montar la nata, ya que la tengamos muy bien montada, vamos a integrarla con movimientos envolventes a nuestra mezcla de queso. Integramos muy bien pero con cuidado para no bajar tanto la nata montada.


Ponemos un poco de salsa de frambuesa en el piso de nuestra tarta, y unas frambuesas, y encima ponemos la mezcla de queso pero solo la mitad, después aplanamos muy bien y volvemos a poner salsa y otras frambuesas en el medio, después cubrimos con la otra parte de crema de queso que nos había sobrado hasta ponerla toda. Aplanamos muy bien con una espátula y listo. La dejamos ahora en el congelador toda la noche para que quede perfecta.
Al otro día antes de servir,  la sacamos del molde, retiramos el acetato y la decoramos con salsa de  frambuesas por encima y otras frambuesas frescas, yo puse también merengues que puedes encontrar la receta haciendo click sobre la palabra y flores naturales, pero eso ya es cuestión de gustos.
Para consumirla hay que sacarla 40 minutos antes de servirla, pero ojo tampoco debemos tenerla tanto tiempo fuera porque se derrite claro está. Es una tarta deliciosa y muy fresca.
Con una textura que parece helado y muy cremosa a la vez. Para estos días cuando hace mucho calor y tenemos antojo de algo dulce.


Espero prueben algún día la receta  ya saben que yo estoy por aquí y en mi Instagram y en Facebook para cualquier pregunta que tengan. Pues yo me voy a disfrutar los últimos días de vacaciones con mi familia, pero regreso nuevamente muy pronto que tengo un montón de recetas que quiero compartir con ustedes, que no he dejado de hornear.
Muchos saludos desde Michigan y nos vemos pronto en Septiembre.