Que tal el fin de semana, por aquí tuvimos un fin de semana super caliento, 32ºC que se sentían mas que eso, pero la verdad es que ya son los últimos días con sol antes de que llegue el otoño, y empiecen esos lindos colores en las hojas de los árboles que a mi en particular me gustan mucho ya que son los preferidos de mi madre y me recuerdan mucho a ella.

En esta ocasión aprovechando que hay duraznos por todos lados, se me antojo un bizcocho con fruta de este tipo y como estaba de antojo se me ocurrió probar esta receta que es para un molde pequeño aproximadamente de 3 1/2 tazas a 4 tazas así tampoco tenemos mucho que comer o guardar en el refrigerador.




Ingredientes:

Para el bizcocho
210 g de harina
1/4 tsp de levadura química (royal)
1/4 tsp de bicarbonato de sodio
1/4 tsp de sal
113 g de mantequilla a temperatura ambiente
190 g de azúcar
2 huevos L
1/4 tsp de vainilla en pasta
120 ml de buttermilk o crema ácida
150 g de durazno previamente lavados, pelados y picados en pequeños cubos

Para el glaseado
1 a 2 tbsp de jugo de limón
75 g de azúcar glas


Preparación:
Precalentamos el horno a 180ºC calor arriba y abajo sin ventilador.
Engrasamos nuestro molde de 4 o 5 tazas de capacidad ya que después el bizcocho tiende a subir, y es mejor que no se desborde.
Batimos la mantequilla junto con el azúcar hasta que se vuelva más blanca y esponjosa alrededor de 5 minutos.
Agregamos los huevos uno a uno batiendo bien después de añadir cada uno y despegando lo que queda en las paredes.
Añadimos la vainilla. En un bol tamizamos el harina, con la sal, el bicarbonato de sodio y el royal.
Y vamos agregando esta mezcla de ingredientes secos alternando con el buttermilk y terminando con el harina.
Ya que nuestra masa esté toda integrada, agregamos el durazno picado e integramos con una espátula.
Ponemos la masa en nuestro molde y horneamos por 50 a 60 minutos. Asegurándonos de hacer la prueba del palillo antes de sacarlo del horno hasta que este palillo salga limpio.


Sacamos el bizcocho del horno, lo dejamos reposar 10 minutos sobre una rejilla, y después desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre la rejilla. Una vez frío lo glaseamos y lo decoramos, en mi caso con unas flores y trocitos de durazno por encima.
El resultado es un bizcocho jugoso pero muy jugoso y nada seco. Delicioso con un toque fresco.


Espero que les guste la receta de hoy saben que me pueden encontrar en las diferentes redes sociales por si tienen alguna duda.
Muchos saludos desde Michigan y hasta la próxima receta.